Antes de tomar una decisión en su vida
HÁGASE ESTAS PREGUNTAS
Debbie Ford
Este libro nos plantea diez preguntas para ayudarnos a tomar decisiones, no sólo grandes decisiones, sino las pequeñas decisiones que tomamos a lo largo del día. Las respuestas a estas preguntas aclaran nuestro pensamiento, nos ayudan a ser conscientes de las decisiones que tomamos, nos guían para decidir correctamente y así encaminarnos hacia nuestros sueños.
1 – ¿Me llevará esta decisión a un futuro más estimulante o me dejará anclado en el pasado?
Cuando avanzamos en la dirección de nuestros deseos más profundos, sentimos que nos respalda todo el universo. Nuestro entusiasmo nos despierta cada mañana, nos motiva y nos da la energía que necesitamos para seguir adelante. Cuando vemos que estamos realizando progresos hacia aquello que queremos en nuestra vida, nos sentimos poderosos, llenos de esperanza y con confianza en nosotros mismos.
Por otra parte, las decisiones que tomamos por miedo nos ligan al pasado. Nuestra necesidad de seguridad y de buscar lo previsible evita que nos salgamos de la realidad conocida. Nuestros temores nos afirman que hemos de ser felices con lo que tenemos. Sin embargo, cuando dejamos de creer en nosotros mismos, cuando abandonamos toda esperanza de tener lo que deseamos, una parte de nosotros empieza a morir.
Aceptar el riesgo de seguir a nuestro corazón nos da energía para el futuro e infunde vida a nuestros sueños.
2 – ¿Me aportará esta decisión una satisfacción a largo plazo o sólo una gratificación inmediata?
Es esencial que permanezcamos enfocados en nuestros deseos a largo plazo.
Las decisiones tomadas en el calor del momento, respondiendo a un arrebato, un impulso o un antojo, sin pensar en las consecuencias, son elecciones basadas en la gratificación inmediata. Intentas gratificarte rápidamente, por ejemplo cuando sientes un incontrolable deseo de comer un pastel de chocolate justo cuando acabas de comenzar tu dieta. Pero en cuanto te das cuenta de que te has alejado de tu meta, empieza el remordimiento.
La gratificación inmediata nos asegura que estaremos dando vueltas por los mismos círculos viciosos una y otra vez. Si queremos un futuro diferente que no se parezca a nuestro pasado, hemos de tomar nuevas decisiones en el presente.
3 – ¿Tengo el control de la situación o intento complacer a otro?
Cada vez que intentas complacer a otro y cambiar tu verdad por la suya, estás renunciando a algo de tu poder. Te olvidas de quién eres, y entregas a otros las riendas de tu vida. Cuando no somos fieles a nuestra integridad personal, nos alejamos de la inteligencia innata y ya no podemos oír la voz de nuestra sabiduría interior. Nuestra sabiduría interior nos habla a través de nuestro instinto. Cuando ya no confiamos en el instinto, volcamos fuera todo nuestro poder. Si estamos atrapados en el patrón de agradar a la gente, no podemos tomar decisiones con claridad. Nos sentimos impulsados a satisfacer las necesidades de los demás para que nos amen.
Para ser los amos de nuestro poder hemos de saber decir no. Hemos de estar dispuestos a abandonar la necesidad de buscar la aprobación de los demás y de hacerles felices, del mismo modo que los demás tampoco están obligados a hacernos felices. Además, forjamos un resentimiento hacia esas mismas personas que estamos tratando de complacer.
4 – ¿Voy en busca de lo bueno o voy en busca de lo malo?
Somos expertos en describir lo que no funciona en nuestro trabajo, con nuestra madre, en nuestra relación, con nuestros profesores, hijos, gobierno. Culpar a los demás se convierte en una excusa para justificar nuestros estados de ánimo y mala conducta.
Las personas que tienen éxito en la vida buscan siempre lo bueno. Buscar lo bueno abre nuestro corazón y nos permite vivir en un estado de gratitud por todo lo que tenemos. Cuando buscamos lo bueno, nos sentimos bien, fuertes y merecedores. Cuando buscamos lo malo, nos sentimos mal, resignados y decepcionados.
5 – ¿Esta decisión reforzará mi fuerza vital o me robará energía?
Cada uno de nosotros tenemos una llama interior que es la que mantiene nuestra fuerza vital. Cuando nuestro fuego interior ruge, nos sentimos fuertes, poderosos y seguros. Una llama saludable inunda nuestra mente de visión e inspiración, y nos da energía para visualizar nuestros sueños e ir tras ellos. Cuando nuestra llama es pequeña, somos frágiles y débiles. Tenemos miedo, estamos llenos de preocupación y de dudas.
Todas las decisiones que tomamos o bien avivan esta llama, o bien reducen su fuerza disminuyendo su poder. Ejemplos de decisiones que avivan nuestra llama: estar con las personas que queremos y en los lugares que nos gustan, descansar, decir la verdad, reírnos mucho, comer bien, hacer ejercicio regularmente, hablar largo y tendido con las personas que amamos.
Ejemplos de decisiones que apagan nuestra llama: el “debería”, compararte con los demás, comer en exceso, malgastar el tiempo, desatender tus más profundos anhelos.
6 – ¿Utilizaré esta situación como un catalizador para crecer y evolucionar o me servirá para hundirme?
Aunque no nos es posible evitar las experiencias no deseadas de la vida, sí lo es transformar nuestras heridas emocionales en sabiduría y utilizar todo lo que nos sucede como un catalizador que nos aportará mayor entendimiento.
Cuando nos suceda algo que nos cause sufrimiento, no negaremos nuestros sentimientos. Hemos de permitirnos sentir nuestras emociones, y luego tomar la decisión de utilizar esas experiencias para mejorar nuestra vida.
Si nos preguntamos: “¿Qué es lo que puedo aprender de este encuentro? ¿Cómo puedo utilizarlo para evolucionar y transformar mi vida?”, empezaremos a abrirnos a nuevas posibilidades. La otra opción es pasarnos el tiempo preguntándonos: “¿Qué he hecho yo para merecer esto?”, o ¿Qué es lo que estoy haciendo mal?” En vez de malgastar nuestra energía reviviendo el pasado podemos gastarla creando lo que queremos.
7 – ¿Esta decisión me da poder o me lo quita?
Cuando tienes poder te sientes fuerte, vivo y claro, notas una energía vibrante que recorre tu cuerpo. Te sitúas en el momento presente. Puedes acceder a niveles de conciencia superiores.
Sabes que tus elecciones te dan fuerza, cuando te sientes fuerte y seguro en tu interior. Sabes que has tomado una decisión que te resta fuerza cuando te sientes inseguro, inadecuado y resignado.
Cuando sentimos que tenemos poder, seguimos adelante con valentía. Cuando no tenemos fuerzas recurrimos a los demás para conseguir autoestima. La falta de poder nos debilita y hace dudar. Si repetimos con frecuencia las decisiones que nos restan fuerzas, nos llevarán a la desesperanza.
8 – ¿Es esto un acto de autoestima o un acto de autosabotaje?
La autoestima es el ingrediente principal para una vida plena y exitosa. Nos hace conscientes de nuestras necesidades y nos apoya para que hagamos lo que sea necesario para satisfacerlas. Hace que nos permitamos experimentar la dicha y los dones de este mundo.
¿Qué significa elegir amarse? Tomar decisiones con las que te sientes bien a diario, ser capaz de mirarte a la cara sabiendo que has hecho lo mejor para ti. Significa tomar decisiones que te permiten cuidar de esa persona importante que eres.
En cambio, cada vez que nos permitimos una distracción que nos aleja de nuestros sueños, cada vez que nos comparamos con otra persona y no estamos a su altura y cada vez que contemplamos nuestra vida y nos decimos “Esto no es lo que quiero”, hemos cometido autosabotaje.
La autoestima no se consigue escribiendo un libro o ganando un millón de dólares. Se consigue a través de las pequeñas elecciones que realizamos todos los días que nos transmiten el mensaje “Eres importante, te mereces cuidarte.” Antes de tomar una decisión pregúntate, “¿Alguien que se ama tomaría esta decisión?”
9 – ¿Es esto un acto de fe o un acto de miedo?
La fe nos abre la puerta hacia un nuevo futuro, nos permite explorar nuevos senderos. Cuando elegimos basándonos en la fe, confiamos en que hay un poder, una fuerza invisible que nos cuida. Nos da la habilidad de ver más allá de nuestras circunstancias inmediatas e imaginar nuevas elecciones más valientes para el futuro. Significa confiar en algo que trasciende lo que conocemos.
El miedo nos mantiene atados al pasado. Miedo a lo desconocido, al abandono, al rechazo, a no tener bastante, al futuro, al fracaso, al éxito, etc. Hace que repitamos los mismo patrones y tomemos las mismas decisiones una y otra vez. Evita que salgamos de nuestro umbral de confort. Perdemos oportunidades y nos garantizamos un futuro que no será más que una continuación de nuestro pasado.
La fe nos pide que entreguemos el control de nuestras vidas, que confiemos en un poder superior que atiende nuestras necesidades y nos guía en la dirección de nuestros más profundos deseos.
10 – ¿Elijo desde mi divinidad o desde mi condición humana?
Nuestra condición humana es dirigida por el miedo, es esa parte que se esfuerza, manipula y controla para conseguir lo que cree que nos aportará la felicidad.
Cuando conectamos con lo divino, cuando pedimos una guía y un poder que trascienda nuestro yo individual, lo que recibimos es más grande de lo que nosotros podríamos haber creado.
Cuando nos empeñamos en resolver un problema desde nuestra condición como seres humanos, nuestras opciones son muy limitadas. Cuando entregamos la situación a lo divino, cambia nuestra visión de la vida, vemos otras opciones.
Sabrás que estás siendo guiado por tu divinidad cuando siempre te sorprendas de tu vida y del universo. Te sentirás seguro y confiarás en que recibirás todo lo que necesitas y deseas. Observarás cómo se hacen realidad espontáneamente los deseos de tu corazón.
http://realizacionpersonal.wordpress.com/tag/debbie-ford/